Lima, 03 de marzo de 2023
REPARACIONES Y REGALOS

Por Antero Flores-Araoz

Como todos sabemos, después que asumió la Presidencia de la República, quien fuese vice presidenta del nada respetable Pedro Castillo, se produjeron cotidianas protestas en diversos lugares del país, con el luctuoso resultado de pérdida de vidas como también innumerables heridos, lesionados y contusos, tanto desde el lado de los manifestantes como también de la Policía, que en cumplimiento de su obligación constitucional debía repeler los actos de fuerza.

El Gobierno de la señora Boluarte al finalizar el pasado mes de diciembre, nombró una comisión para que estudiase la forma de atender a los deudos de los fallecidos en las protestas y a quienes resultaron lesionados. Ante ello publicamos la columna “Decesos y Reparaciones” en que llamamos la atención gubernamental para que sea prolija en la atención económica de los deudos y afectados en cuestión.

Mencionamos en aquel entonces que había que ser cuidadoso, pues las indemnizaciones por daños producidos en actos delictuosos, como el vandalismo, son por lo general fijadas por los jueces, quienes deben también considerar si los afectados contribuyeron con su accionar al daño.

Después de los estudios de la Comisión mencionada, se ha expedido el Decreto de Urgencia 006-2023, mediante la cual el Estado entregará como subvención, esto es regalo o donación, cincuenta mil soles a los deudos de quienes fallecieron en las protestas ocurridas a partir del 8 de diciembre último. A los lesionados les dará veinticinco mil soles.

Se dejó en claro que las entregas pecuniarias aludidas no son como reparación indemnizatoria de los daños producidos cuando “… un sector de la población, en ejercicio de su derecho fundamental a la protesta, llevó a cabo una serie de movilizaciones a lo largo del país, en las que se registraron actos violentos ….”  Sin embargo, ello no es cierto, pues estábamos en “Estado de Emergencia”, con supresión del derecho de reunión, por lo cual las manifestaciones y marchas de protesta pasaron a deslegitimizarse, por lo que no vemos motivo alguno para que el Estado entregue subvenciones, salvo a la Policía que cumplía con sus obligaciones constitucionales y legales.

El “apoyo económico”, que es como se ha llamado en el Decreto de Urgencia al regalo que se hace con nuestros impuestos, se dice que es “excepcional y por única vez”. Bien sabemos que en nuestra patria lo excepcional o extraordinario se convierte en habitual y ordinario, y que el “única vez” es mera poesía muy alejada de la realidad.  Apuesto a que por similares hechos acaecidos con anterioridad, se levantarán los protestones a pedir también su regalito, y que el “única vez” será solo un “aquella vez”, pues en el futuro para otras acciones parecidas, se le exigirá indebidamente al Estado igual regalo.

No ha existido una evaluación caso por caso, para determinar si los pretendidos beneficiarios de la subvención, atacaron a otros manifestantes y a la Policía y si causaron daños materiales. Tampoco si estuvieron en marchas con suspensión del derecho de reunión, pues de ser el caso, infringieron la Constitución y no deberían ser premiados.